Los árboles solo se desplazan una vez muertos.
Dicen que un joven Colón escuchaba historias de árboles misteriosos que llegaban a las costas de Las Azores viajando a través de las mareas, lo que hacía imaginarse al navegante un mundo de fantasía al otro lado del océano.
Supongo que a su vez habría troncos en esa época que eran arrastrados desde Europa hacia América, y que aquella gente al verlos también fantaseaban con vete a saber qué, creándose así un juego de espejos incosciente de un lado al otro del océano.
Proyecto expuesto en Hybrud Fair Festival 2020.
«La memoria arroja y deja en seco una multitud de cosas retorcidas;
una rama retoricda en la playa, devorada, lisa, y pulida
como si el mundo rindiera el secreto de su esqueleto, rígido y blanco»
T.S. Eliot Rapsodia de una noche de viento.
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